miércoles, diciembre 09, 2009

Poemas de Eduardo Lizalde

Epitafio  

Sólo dos cosas quiero, amigos,
una: morir,
y dos: que nadie me recuerde
sino por todo aquello que olvidé.
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Uno se dice:

¿Qué mujer no se vería orgullosa
de provocar estos poemas?
Como no sea aquella
para la que fueron, por desgracia,
escritos.
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¿Alquien lo ha dicho?

Sin la belleza
no existiría el infierno.
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Ojos Sectarios

Sordos, odiad este libro.
Eso incrementará mis regalías.
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Mass Media

El genio aturde.
Resulta siempre más cómoda
una mediocridad graciosa
que la detonadora perfección.
   He ahí el origen
   de la literatura
   y de la música ligeras.
Pronto se inventarán,
para consuelo de los profesores
y los alumnos,
una ciencia ligera
que pueda acompañar la sopa
sin salarla.
__


Carta urgente al creador del universo

Afortunadamente, Dios.
afortunadamente para ti,
no existes.
Se te hubiera mezclado en este horrendo asunto,
si existieras.
Grande era el riesgo:
Te habrían juzgado en Nüremberg
como criminal de guerra,
con otras inocentes y alemanas
criaturas tuyas
y como el principal entre los delincuentes,
el lobo entre los lobos.
Sólo el Papa Pío XII
(siempre tan piadoso como su apelativo),
confabulado tiernamente con los nazis,
por purísima bondad seguramente,
y dulcemente aliado con las peores causas,
                te hubiera defendido.
¡Las que hubieras pasado!
Habrías -estoy íntimamente persuadido-,
abjurado
de la filosofía tomista
y ostentado
tu carnet del partido comunista antes oculto,
y hubieras creado en Auschwitz
una suntuosa cámara de gases,
con otra cruz en medio,
para autoejecutarte
y autocrucificarte solo frente al mundo
con tu estrella infamante de judía
colgada al cuello.

Qué reprise del Góngora, Dios mío.

Qué colofón al Nuevo Testamento.

Sólo es un bello sueño,
pero de buena gana
yo habría puesto el puño y el pulgar hacia abajo
en tu presencia,
porque aun no existiendo
eres el verdadero responsable,
y exactamente por eso
-creo que lo dijo algún ruso-,
porque tú has cometido la vileza espantosa
de no existir,
todo está permitido.
__


Poema

Este poema
ha de irritar a alguno.
__


Pueblo

Si el pueblo leyera este poema,
no entendería jamás
que se trata de un poema
__


Opus Cero

El poema no empieza.
Concluye aquí.



5 comentarios:

marichuy dijo...

Muy buenos poemas de Lizalde; el de la carta al Creador del Universo… es brutal.

Oye ¿estaré enloqueciendo, o qué? Juraría que anoche o esta madrugada, ya no recuerdo, leí –y comenté- un poema tuyo dedicado a George Sand, mismo que ahora no logro hallar.

Un beso

Luis Alvaz dijo...

Marichuy...

No, no era un sueño. Sí lo leíste y comentaste, a menos que yo haya soñado haber leído un comentario tuyo sobre un poema a George Sand que publiqué en el blog hace 4 años.

En la nube de tags aparece George Sand, pero para mayor comodidad aquí está la dirección: http://luisalvaz.blogspot.com/search/label/George%20Sand

Saludos y un abrazo

José Agustín Solórzano dijo...

Uno de mis poetas favoritos, que bien que hayas decidido regalarnos algunos textos de él.
saludos!

Luis Alvaz dijo...

José Agustín...

Comparto ese gusto contigo. Me parece que Lizalde es poseedor de una de las plumas más afiladas de estas tierras.

Mucho tenemos que aprender de él.

Saludos

Anónimo dijo...

Aprendi mucho