miércoles, julio 08, 2009

De Liniers y lo que soy

¿No les pasa a menudo (o quizá esporádicamente) que un pensamiento se atraviesa en medio del caos de la rutina?

Es un pensamiento que dice más o menos así (puede variar de acuerdo a la persona que lo experimente, puede que sea incluso un error de la matrix): ¿qué estoy haciendo?, ¿cuál es el objetivo de todo esto que llamamos vida?

Claro que a esto no hay respuesta, o al menos no una diseñada para cada individuo que cabila acerca de sus aspiraciones. Algunos se estremecen y claman a su dios, otros buscan la respuesta en un horóscopo, quizá algunos más en el I Ching o en aquella figura denominada destino.

No sé si el imperioso azar domina nuestro camino, o si somos nosotros mismos los "arquitectos de nuestro propio destino" (sobra decir que este lugar común es odioso).

Pero todo esto ha salido de una viñeta que leí del gran ilustrador Liniers.

 
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Y creo que coincido, lo único que deseo, es que al final de ese camino, siga pareciéndome a mí mismo.

6 comentarios:

Francisco Negrete Mendoza dijo...

Liniers es soberbio. y sobre el objetivo de esto, hermano... no sabemos gran cosa, seguimos perdidos y errando, así que hay que disfrutar de las cosas disfrutables y despreciar las cosas despreciables.

Luis Alvaz dijo...

... pues sí, tienes toda la razón. Aunque seguiré leyendo a Liniers para encontrar la respuesta, jeje.

Luego trepo unas viñetas de Liniers haciendo parodias de Magritte, Klimt y Mondrian... esas me fascinan.


Saludos

Fräulein MoKa SF!!! dijo...

yo coincido q somos los arquitectos de nuestro propio destino, no todo es al azar, sino lo construimos, y sí, lo importante es ser nosotros mismo. saludos!

Luis Alvaz dijo...

Zoé...

Por fortuna existen las discordancias.
A mí no me gusta mucho la frase de que somos arquitectos de nuestro destino por dos razones; la primera es porque la frase se emplea en exceso (aunque esta razón no tiene ninguna validez); la segunda razón es porque me parece ambigua en cuanto a que cada quien va construyendo su "camino" con las herramientas que se van presentando, y aquí existe un pequeño rasgo de aleatoriedad, porque no hay posibilidad de prever algunas situaciones, sólo tratar de anticiparlas, pero los caminos son múltiples, por lo tanto, la indeterminación es la única constante.

Yo no tenía planeado postear esto, pero ahí está.

Saludos

LuKiA dijo...

Hola! Me encanta Liniers, sigo su blog.
Hace rato escribí que hay temas "prohibidos" porque generan polémica, la razón es simple: atentan contra nuestras creencias -la mismas que nos permiten comportarnos de ciertas maneras que nos parecen correctas.-
Yo pensaba que los temas me perseguían, que cuando algo sucedía en mi vida, entonces, parecía que todo era sobre lo mismo; encontraba textos, música, gente que me mostraba otro aspecto de eso mismo. Así que me puse a investigar qué ocurre en nuestro cerebro -aquí le quito el toque mágico a eso que llamamos destino- y encontré algo que llamamos percepción selectiva. Intentaré definirlo de forma simple: es el filtro que aplicamos a la "realidad" y que dice "esto entra, esto no" y que nos permite construir significados. Dicha percepción se compone -o depende- de dos cosas: experiencia previa y necesidades del momento. Entonces no es que los temas me persiguieran, estaban ahí, sólo que no los necesitaba, mi experiencia no los conocía o los veía distintos.
No tengo una visión de destino, también me choca esa frase de los arquitectos, porque se ha vuelto tan común que realmente se ha perdido el significado, la reflexión. Sí creo que hay cosas que uno hace, decisiones que uno toma que le permiten a uno llegar a donde no sabía que llegaría y entonces, como dice Saramago: “siempre terminamos llegando a donde nos esperan”. Eso sí es extraño.
Un abrazo Luis.

Vanessa dijo...

El destino es el único accidente posible...

Alguna vez me dijeron esa frase y me encantó

Muchas gracias por tu comentario

Y muy lindos los textos que tienes por aquí, me daré una vuelta más seguido : )