sábado, enero 13, 2007

Los dones del grito

A la memoria de Edvard Munch

La enfermedad, la locura y la muerte
fueron los ángeles que rodearon mi cuna
y me siguieron durante toda mi vida"


La inocencia es un don
castrado

y me saciaré
de tu cuerpo
   y tus ideas

el grito me estupra
     la garganta /
partida / y sedienta
             de lujuria

la inocencia es un don
      de ceguera

en la serena huerta
engreídos frutos
se comen a medias
y se llenan de dolor

arte degenerado
que interpela la angustia
la aflicción desmedida
la seminal naturaleza hipócrita
de la humanidad

no sólo fue tu grito
             y tú

la inocencia se enerva
los ojos y los dientes

la fuerza arrodillada
las traqueas robadas
la sed de ahogarse
la perenne morada
las sátiras de tu encuentro

la inocencia se adhiere
al rostro cubierto de costras

velo auténtico tu muerte
sombría en la alemania muerte
muerta y dolorosamente muerte
caída en tus propios deseos muerte

antes de que los territorios
del jinete azul se fraguaran
tus pisadas eran eco de titanes

antes de que el puente se formara
las pinceladas de tu cuadro
hacían hendiduras en los rostros

mienten si te adhieren
con un cuadro al parnaso

sabes que mienten
y un silencio derrocado
volcará a los ciegos
a la verdad que ocultaste
en tu cuadro

inocencia se esculpe
en locura
en tragedia
en la ingrata tregua
en el grito desnudo

1 comentario:

Natalia Book dijo...

Sólo puedo dar las gracias a Carissa por la recomendación. Y a tí por lo que escribes.
Saludos